1 ago 2016

Diario de... Cap. 6

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5

Finalmente y con el fin de encontrar más tesoros, decidimos adentrarnos en la torreta que nos quedaba por explorar. Según abrimos la puerta observamos una escalera decorada con motivos de un antiguo dios enano. Comenzamos a subir las escaleras y por el camino encontramos huesos, los ignoramos y seguimos con nuestro ascenso. Después de muchas, muchísimas escaleras llegamos al final donde vemos una gran sala cuadrada también con cadáveres y cuatro puertas, una en cada lateral de cuadrado. 
Nos fijamos que una de las puertas está destruida y hay dos cadáveres de minorauros normales, la sala es muy grande y está muy cuidada. Al fondo observamos unos huesos que aún visten unas túnicas con unos símbolos que no llegamos a conocer, parece que han saqueado recientemente la sala.
Nos aventuramos a la siguiente puerta que está cerrada, pero gracias a las habilidades de rogue de Sasha, mi esposa, accedemos al interior de la sala comprobando previamente que no hay trampas que nos puedan jugar una mala pasada. Parece una sala de adoración y está cubierta de armas. De repente unos mosquitos de tamaño de un humano despiertan a la vez que una masa de insectos se mueven hasta nosotros. Afortunadamente acabamos con todos y encontramos algún tesoro.
Ya estamos delante de la tercera puerta, la cual sin duda es una de las habitaciones de los clérigos. De repente tanto Grimbergen (mi cuñado) como Sasha son atacados por unas apariciones. Todos menos mi valiente esposa huimos despavoridos, afortunadamente las apariciones se van y podemos hacernos con un gran tesoro que incluye un par de pieles y varios objetos que tendremos que llevar al pueblo para que nos digan lo que son.
Finalmente entramos a la cuarta sala, hay trampas pero Sasha las desactiva. Vemos una figura esquelética con ropa elegante y cabeza de cocodrilo que paraliza a mi cuñado (parece que estar en plenas facultades esta vez no le ha ayudado mucho, para estos casos es mejor llevar unas cuantas cervezas encima...). 


La mala suerte quiere que Sasha falle todos los golpes aunque yo tengo algo más de suerte y consigo matarlo. Pero la cosa no termina aquí, al matarlo, se desencadena una maldición que nos afecta a todos en mayor o menor medida, la peor parte, sin duda se la lleva mi esposa que de repente ya no es esa enana con la que me casé, sino un cocodrilo de unos cuantos metros. Intento con mis poderes de ranger calmarla pero no o lo consigo, así que no nos queda otra que su hermano la capture, atarla y subirla a lomos de Aragh. De todas formas antes de salir de la sala, buscamos tesoros (ya que estamos aquí, no vamos a desaprovecharlo, ¿no?).

Después de pensarlo durante unos momentos, decidimos volver al barracón del caballero honorable con la esperanza de que nos pueda ayudar, dice que sí, que puede siempre y cuando le venzamos en un combate uno contra uno. El único que puede aceptar el reto es Grimbergen y lo hace. Finalmente vence (¡¡ese es mi cuñado!!) y nos libera de la maldición aunque no devuelve la forma enana a Sasha. También nos entrega todo su tesoro  ya que al ser vencido también él es liberado de su maldición. Grimbergen bebe una cerveza para celebrarlo, se lo ha ganado. Entre el tesoro nos da una corona y nos indica que gracias a ella es posible que consigamos que mi esposa recupere su forma original, con sus trenzitas, su barbita....

Volvemos al pueblo con todo el tesoro y vamos directamente a ver a un clérigo para que nos indique qué es lo que hacen todos los objetos mágicos que hemos encontrado, algunos nos serán de mucha utilidad y por otros seguramente sacaremos una buena cantidad de monedas de oro.

Decidimos usar la corona que nos llevará a través de un portal a algún sitio donde se supone que encontraremos la cura definitiva para Sasha, así que nos preparamos bebiendo una serie de pociones e incluso yo me pongo las pieles de gigante las cuales si bien generan odio hacia mí por parte de todos los seres con dos dedos de frente, también me confieren el poder durante 15 minutos tener el tamaño, fuerza y resistencia de los gigantes. Entramos por el portal y lo que vemos es una playa de arena ceniza y un mar negro como la noche. Hay muy poca luz, pero no impide que veamos una hydra dispuesta a atacarnos, es el momento de convertirse en gigante.


Después de luchar con ella y sus 10 cabezas es finalmente mi fiel amigo Aragh quien le asesta el golpe mortal. Buscamos el escondite de la hydra, un árbol hueco (mierda, ahora no quepo, tengo que esperar a recuperar mi tamaño normal), esperamos a recuperar nuestro tamaño ya que mi cuñado una de las pociones que había bebido también hizo que creciera notablemente y entramos en busca de un tesoro. Encontramos entre otras muchas cosas un anillo que parece ser uno de esos famosos anillos que conceden deseos. Metemos todo para la saca y volvemos a nuestro mundo.

Una vez de vuelta en nuestra ciudad enana, pedimos el deseo y vemos como ante nosotros Sasha recupera su forma y está completamente recuperada. Es la segunda vez que he perdido a mi esposa y la he vuelto a recuperar...
De repente vemos que llega nuestro amigo, el monje abraza árboles junto con unos enanos clérigos que nos preguntan si hemos sido nosotros los que hemos dado muerte a un Lich, contestamos que no, que hemos matado a muchas criaturas, pero ninguna de ellas era un Lich. Nos cuentan una teoría, creen que se ha robado un importante objeto y todo lo demás ha sido una simple distracción para mantenernos ocupados. Creen el objeto fue robado por una criatura del mal que tiene como lacayos a unos minotauros y que huyeron hacia el oeste. Se cree que va hacia la Costa de la Espada.


Pronto se unen a estos, otros enanos exploradores con terribles noticias, el dragón que destruyó la ciudad vecina se ha vuelto loco y está destruyéndolo todo. Están evacuando la ciudad así que decidimos ir a Ordulin con la idea de coger un barco que nos lleve a nuestro destino en la Costa de la Espada.

Y así, habiendo recogido nuestros enseres, nos encaminamos todos los habitantes de nuestra hermosa ciudad hacia Ordulin. Vamos más o menos en formación por las llanuras cuando de repente vemos un dragón negro que claramente nos ve (somos pequeños, pero somos muchos y algo ruidosos) y decide atacarnos.


Dispara ácido sobre una de las lineas de nuestra pocesión, justo la que iba encabezada por mi Sasha, y claro, no hay quién se proteja contra eso. Viudo otra vez (creo que el destino me está diciendo algo, en los últimos días mi mujer ha muerto y resucitado, se ha convertido en un cocodrilo volviendo después a su forma enana y ahora vuelve a morir...).
Afortunadamente el clérigo enano que venía con nosotros está cerca de ella y la resucita (mira que si es verdad eso de tener más vidas que un gato...). Grimbergen consigue atrapar al dragón durante un tiempo pero se suelta, yo intento golpearlo pero lo único a lo que consiguen dar mis mazas es al aire, intentamos golpearlo pero por alguna razón, fallamos todos los golpes. Mi cuñado también es alcanzado por el ácido del dragón y vemos como se derrite, de nuevo, gracias al clérigo resucita. Al fin consigo golpear al dragón que marcha malherido.





2 comentarios :

  1. Ya llevo dos vidas de siete agotadas...y me siento rara, rara, rara jaja. Estupendo relato ;)) Sasha.

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